¿Os habéis sentido alguna vez como una oveja? Son inquietas, están hambrientas y son asustadizas, sobre todo cuando viene el lobo. Menos mal que el perro y el pastor están con ellas…
Estad muy atentos a vuestras ovejas para seguir la actividad del redil e ir descartando cartas. El primero que se quede sin cartas, gana. Demostrad que la que vale, ¡bala!