Una mañana de 1991 Chris Claremont y Jim Lee decidieron hacer explotar el cómic de superhéroes. Era el nacimiento de X-Men, la segunda serie mutante del grupo más exitoso de La Casa de las Ideas. Una serie que no pasaría desapercibida para los medios y lectores de la época, y que coronaría su primer número como el cómic más vendido de la historia.