Algunos de los vehículos militares más importantes de la Segunda Guerra Mundial no contaban con enormes cañones principales ni estaban adornados con un blindaje cada vez más grueso, pero no por ello son menos fascinantes de estudiar. Una de las habilidades más cruciales en cualquier campo de batalla es poder transportar a las tropas heridas de forma rápida y eficiente desde la línea del frente hasta las estaciones médicas de campaña a cierta distancia detrás del combate, donde podrían recibir la atención médica que necesitaban y potencialmente salvar sus vidas. Aunque claramente cualquier vehículo podría usarse para esta tarea, una ambulancia dedicada a menudo permitiría que los heridos comenzaran a recibir atención de inmediato y, si alguna vez necesitara sus servicios, sin duda los clasificaría como los vehículos más importantes en el campo de batalla. La ambulancia Austin K2/Y, uno de los vehículos más famosos de su tipo, fue utilizada ampliamente por las fuerzas británicas y de la Commonwealth durante la Segunda Guerra Mundial, tanto en las zonas de combate del mundo como en el frente interno. Construida sobre el chasis del camión ligero Austin K30, el compartimento de heridos se desarrolló en colaboración con el Cuerpo Médico del Ejército Real y, por lo tanto, demostró ser muy funcional. Capaz de transportar cuatro camillas o diez heridos sentados, una de las principales razones por las que la K2/Y tuvo tanto éxito fue porque era muy resistente y confiable, y requería solo un mínimo de mantenimiento: una ambulancia siempre debe estar lista cuando la necesitas. La cabina trasera generalmente estaba construida con lona pintada sobre un marco de madera, con la cruz roja muy visible sobre un disco blanco colocado de manera prominente en todos los lados para garantizar que los ocupantes del vehículo no fueran atacados. Una vez que la K2/Y había entregado su última carga de heridos a la estación de campo, invariablemente se dirigía directamente a la zona de combate, a velocidades en carreteras abiertas cercanas a los 80 km/h. El Austin K2/Y, un vehículo muy popular entre las tropas británicas, de la Commonwealth y estadounidenses, era considerado como un ángel sobre los hombros de las tropas. Con suerte, nunca tendrían que ver el interior de la ambulancia, pero si lo hacían, "Katy" estaría lista y esperándolos. Con más de 13.000 ejemplares construidos, estos habrían sido una imagen familiar en los campos de batalla del mundo y se cree que alrededor de cincuenta ejemplares todavía sobreviven hasta el día de hoy, algunos de los cuales han sido restaurados para recuperar algo cercano a su configuración original de la guerra.