Los Arcángeles regresan para organizar el ejército que combatirá a los demonios en la Guerra Santa. Stigma resucita y Elizabeth toma el mando de los Pecados para dirigirlos en la batalla, mientras los demonios continúan recolectando los Mandamientos que le procurarán a Meliodas un poder infinito con el que al fin podrá gobernar a su clan. La lucha definitiva entre el bien y el mal comienza, aunque lo bueno y lo malo se vuelve cada vez más difícil de diferenciar.