No fue fácil, pero John Constantine finalmente pudo recuperar la vida que asumía perdida a manos del cáncer de pulmón. Con su salud restaurada y una incipiente relación con su vieja amiga Kit Ryan, todo parece finalmente estar saliendo bien para el practicante de la magia más astuto de todos... pero Constantine sabe que nada bueno dura para siempre. La realeza británica tiene un problema sobrenatural, y solo hay un bastardo capaz de resolverlo