Él era el contenedor elemental de todas las plantas, el espíritu de todos los pantanos, embalses
y ciénagas. Tenía una hija maravillosa y una esposa que lo amaba, y el poder y la belleza de la
naturaleza llenaban su vida. Era Swamp Thing. Era un dios. Era feliz.
Y entonces despertó.
Sin advertencia, el doctor Alec Holland se encuentra a miles de kilómetros del pantano de
Luisiana que creyó que era su hogar. Tiene una vida que no recuerda y un cuerpo humano que
creyó perdido para siempre. Su tiempo como Swamp Thing no es más que un sueño que se
desvanece con el alba. Una alucinación. Un mal viaje.
Pero el monstruo que arrasa con el bayou que dejó atrás es muy real, al igual que la mujer que
lo amaba, el peligro al que se enfrenta y la terrible venganza del poder al que alguna vez sirvió:
los dioses del campo y el bosque conocidos como el Parlamento de los Árboles.