Japón fue dominado por oleadas de muertos vivientes, pero aún quedan algunos humanos que buscan sobrevivir en el fin del mundo. Yuki, un gato blanco, llega a una isla donde está instalada una colonia antizombis, y aunque al principio parece que es un paraíso, el lado oscuro de la humanidad comienza a filtrarse por las grietas. Hay una tensión invisible que podría convertir a este asentamiento en un infierno... ¡y quizás la llegada de Yuki sea la chispa que inicie el fuego!